jueves, 4 de septiembre de 2014

Diez lugares de la Galicia Mágica

Es obvio que con sólo diez no bastaban. Después de revisar algunos de los destinos más significativos de la Galicia misteriosa, mitológica y sobrenatural, se nos habían quedado tantos en el tintero que urgía una segunda parte llena también de rocas, montes, iglesias y ríos que hablan a quienes sepan mirarlos. 



Uno de esos lugares bendecidos con un nombre evocador capaz de inspirar incluso a los espíritus más sosos y ortodoxos. Finisterre, el fin del mundo en latín, el final del camino de Santiago primigenio, fue durante unos cuantos milenios el non plus ultra del mundo occidental. Al visitar esta punta, además de esquivar a los peregrinos que queman sus botas en un ritual tan telúrico y simbólico como contaminante, no debemos olvidar visitar las cercanas ruinas de la ermita de San Guillermo, uno de esos lugares poderosos que están al borde del olvido. 

Entre sus restos hay que buscar una piedra rota en forma de sarcófago que al parecer tenía entre sus poderes conseguir que las parejas estériles que yacían en ella fuesen capaces de engendrar. Ya sabemos: muerte, puesta de sol, fin del mundo y renacimiento. Hay lugares que tienen que ser mágicos por lógica pura. 


CUEVA DEL REI CINTOLO


Las cuevas, con sus connotaciones a penetrar en el interior de la tierra, de volver al útero materno y de adentrarse en otro plano de conocimiento son lugares perfectos para las leyendas plagadas de simbología. 

La cueva más grande de Galicia, situada en las cercanías de Mondoñedo, también tiene su historia de princesa con amor prohibido sepultada junto a toda su civilización en el inframundo a la espera de que alguien la rescate. Los voluntarios para esta misión pueden visitar la cueva del Rei Cintolo con un guía tras reservar previamente; una verja muy atmosférica protege la entrada a sus más de siete kilómetros de recorrido entre estalactitas, ríos e intrincadas galerías. 

MONASTERIO DE ARMENTEIRA


La visita a este hermoso monasterio románico es la ocasión perfecta para contar la leyenda del abad que lo fundó junto a cuatro monjes del Císter. Ero (posteriormente San Ero) solía salir a rezar por el monte Castrove, cercano al monasterio, y en uno de sus paseos se quedó ensimismado contemplando un pajarito que cantaba en una rama cercana. Cuando salió de su ensueño, se encontró con que le costaba mucho encontrar el camino al monasterio y al llegar a edificio lo encontró transformado. Más aún, no conocía a ninguno de los frailes, y ellos no le habían visto jamás. Confusión y horror hasta que uno de los nuevos monjes encontró en los archivos una referencia a Ero, fundador del monasterio, desaparecido sin dejar rastro 300 años atrás (un poco como ocurría en El vuelo del navegante). Al descubrir que lo que para él había sido un instante de recrearse en el canto del ave eran en realidad tres siglos, San Ero cayó muerto y su tumba todavía hoy no ha sido encontrada. 

Leyenda aparte (aunque tenga el prestigio de haber sido ya narrada por el rey Alfonso X en sus Cantigas a Santa María), el monasterio es el más depurado ejemplo de románico en Galicia y una muestra perfecta de la vida monástica medieval. 


PENAS DAS RODAS


Dentro del mundo del culto a las piedras una estructura de las más llamativas de Galicia ha llegado a nuestros días sin cristianizar, en un estado similar al de sus propósitos primigenios sin que ninguna capilla o crucifijo le diera la carta de aprobación cristiana. 

Es la formación de dos grandes bolas graníticas conocidas como “penas das rodas” en el ayuntamiento de Outeiro de Rei. Un lugar de culto prehistórico, un calendario solar, un observatorio astronómico… son muchas las teorías de este lugar que impresiona por el tamaño y equilibro de las rocas. El momento perfecto para visitarlo es durante el solsticio de verano, cuando el sol se pone justo entre las dos piedras y las reminiscencias a un altar celta se hacen más fuertes. 


SANTA MARÍA DO CEBREIRO


La primera iglesia que encuentran los peregrinos del camino de Santiago francés al entrar en Galicia es una construcción pre-románica a la que está ligada la leyenda del Santo Grial gallego. En el siglo XIV un cura escéptico ante el milagro eucarístico que transforma el pan y el vino en carne y sangre de cristo, expresó en voz alta sus dudas, momento en el que efectivamente la hostia se contrajo y convirtió en carne y el vino en sangre. El cáliz y la patena en los que se produjo el milagro se conservan en su interior, igual que la talla de la virgen que según la leyenda inclinó la cabeza para contemplar la transubstanciación. 


TÚNELES DEL MONTE DA PENEDA


Más que la sencilla ermita de su cumbre, más que las estupendas vistas de la ría de Vigo que desde aquí se divisan, lo verdaderamente llamativo en este monte son los túneles excavados en roca de los que todavía se desconoce el propósito. 

Aunque en los primeros metros se puede descender y avanzar por ellos, enseguida el paso se hace impracticable y se impone elucubrar sobre su función: una mina de época romana, un túnel que comunica directamente con el cercano castillo de Soutomaior o incluso un laberinto intrincado de los Mouros para esconder sus tesoros… 

A LANZADA


Puede que muchos de los bañistas que disfrutan de la magnífica playa de A Lanzada ignoren que están en uno de los enclaves más llenos de significado de Galicia. En donde hoy se levanta una ermita, se erigieron antaño construcciones prerromanas, romanas y medievales de las que las muestras más llamativas hoy son los restos de un castro, de una necrópolis y de una torre de defensa. 

Más persistente aunque intangible es el ritual de fertilidad que dicta que las mujeres que desean concebir deben bañarse a medianoche en la playa y recibir nueve olas (una por cada mes del embarazo) consecutivas. Sigue habiendo mujeres que lo realizan cada verano, como muestra de una de esas tradiciones capaces de sobrevivir a todo tipo de civilizaciones y creencias. 


DOLMEN DE DOMBATE


Gran parte del patrimonio gallego no está identificado, clasificado ni restaurado como convendría, lo que mantiene numerosos monumentos en un estado de semiabandono que perjudica su conservación pero gusta mucho, por lo que tiene de evocador, a los estudiosos de lo oculto. No es el caso del dolmen de Dombate, que ha sido objeto de una intensa museización y actualmente está rodeada por una estructura de madera y cristal que la protege, no exenta de polémica, sin restarle mucho encanto. Hoy se pueden contemplar los grabados y pinturas que le valieron a este túmulo el nombre de “catedral del neolítico”. 

RUINAS DE SANTA MARIÑA DOZO


De ruinas, piedras derruidas e iglesias en decadencia está llena Galicia, pero pocas tan evocadoras y poéticas, capaces de poner a salivar a un romántico comme il faut, como las de Santa María Dozo, en Cambados. Tras un prolongado deterioro el edificio, ya sin culto desde el siglo XIX, muestra sus arcos góticos al cielo, en las capillas crece la hiedra y las tumbas de los nobles que antaño tenían el privilegio de estar enterrados en el interior de la iglesia están hoy tan desprotegidas como las del cementerio adyacente. 


BRUJAS EN COIRO


En una tierra en la que los sanadores y componedoras eran más habituales que los médicos oficiales, no podía faltar un episodio de brujería. El caso real de un proceso de la Inquisición en el siglo XVII a una mujer de la parroquia de Cangas, María Soliña (personaje real pero ya mítico en el imaginario galaico), torturada hasta que confesó ser bruja y todos sus bienes le fueron confiscados, se mezcla con las leyendas que vivieron hasta tiempos recientes de aquelarres de brujas en la playa de Coiro, donde acudían tras la llamada de la campana de la iglesia que tañía sola. Como en todas las historias de brujería, aparecen la paranoia colectiva, el oscurantismo y los conocimientos ancestrales transmitidos de forma paralela a los cursos oficiales. 

Fuente: Traveler

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